Ser hacker está de moda, y si además usas una máscara de Guy Fawkes, se te ve mejor aún.

Luego de los destapes de Wikileaks hace un año y la atención mundial dada a las movilizaciones civiles cuya convocatoria se habría visto facilitada por el uso de internet y los teléfonos móviles, hoy muchos se sienten con ánimos de "cambiar el mundo" desde la red, aprovechando el anonimato y utilizando el miedo como herramienta.

Es así que  término "hacker" se usa como un término genérico para "experto que hará algo con tu computadora sin pedirte permiso ... y no podrás impedirlo", cuando en realidad no se trata de eso.

Un hacker no es aquel  que suplanta la identidad de un periodista en facebook para ganar amigos con facilidad y lograr difundir sus opiniones de manera fraudulenta.

Tampoco es un hacker el que esta mañana ingresó a la cuenta de twitter de NBC para enviar una falsa alerta de un avión secuestrado y un ataque en la zona cero.

Ni tampoco lo son aquellos que dicen ser parte de Anonymous y que habrían atacado ayer las páginas web de algunas entidades públicas peruanas.



No, no son hackers pues no merecen serlo.

¿Por qué?

La protesta de ayer del supuesto grupo de Hackers de Anonymous Perú habría sido para pedir “mano dura" contra la delincuencia por que "el violador está libre, el asesino saldrá en una semanas, el ladrón de una cartera está mirando a su próxima víctima, el estafador planeando su siguiente acto y el marca continúa estudiando víctimas". El discurso de "mano dura" se parece más al de los regímenes autoritarios que al de los democráticos que Anonymous manifiesta defender a nivel global. Además, hacer esta solicitud "ante la inacción de las autoridades" habiendo hecho el llamado a protestar solo unos días después de que un nuevo gobierno asumiera el mando (como si en unos días se pudiera resolver el problema) nos hace pensar en que se trataría de un grupo con intereses subalternos.

Un hacker que se respeta conoce y actúa según la ética del hacker, que no es otra cosa que la de una comunidad que colabora por el bien común.

Un hacker que se respeta actúa por el bien de la comunidad, participa, se expresa, comparte y actúa: Es un ciudadano.

Un hacker que se respeta sabe por qué está protestando: por la libertad de información, contra la censura y el ejercicio abusivo de las leyes de propiedad intelectual, por la neutralidad de la red, los derechos humanos en internet, los principios democráticos, etc. No lo hace por diversión, sino por convicción.

Esta es la diferencia entre un hacker de verdad y las pandillas de sinvergüenzas que amenazan la seguridad de la red y se hacen pasar por activistas, desprestigiando al movimiento hacker y sus valores.

Un Hacker que se respeta le quita la careta a estos sinvergüenzas.